El 15 de diciembre se da la Luna Llena en Géminis, en el grado 23 del signo, que viene a dar cierre con el ciclo que empezamos con la Luna Nueva de Géminis el 6 de junio de este año.
El Señor de este plenilunio es Mercurio, quien este mismo día se va a poner directo. Pero, tenemos que esperar unos 10 días más a que salga de su sombra para dejar de sentir sus efectos de retrogradación. Mercurio se encuentra en el grado 6 de Sagitario, ya alejándose de la oposición con Júpiter retrógrado, el cual por su lado está en Géminis, si bien no hace conjunción con la Luna, sí se encuentra en orbe y puede ejercer su influencia. Por otro lado, la Luna y el Sol hacen cuadratura a Neptuno formando una figura que se llama Cuadratura en T que genera mucha energía tensa.
El día domingo, con Mercurio poniéndose directo, podemos sentir que nos cae la ficha, que podemos ver algo que antes no, que entendemos algo desde un nuevo lugar. Sentimos una nueva comprensión sobre algo que con anterioridad no teníamos. Pero, la cuadratura a Neptuno nos puede llevar a una sensación de que nos falta claridad, angustia, como que tenemos una nube en la cabeza. Por eso, va a ser un día en el que vamos a estar ambivalentes, que nuestras emociones van y vienen.
Esta Luna nos plantea el tema de la comunicación, de lo que hablamos, lo que expresamos, y también de aquello que hemos guardado, lo que no exteriorizamos, que no dijimos en el momento o a la persona adecuada.
Las altas emociones de este momento nos pueden llevar a sacar todo lo que hemos contenido de expresar y que lo realicemos con un nivel de honestidad que puede resultar duro para los demás, sería como un sincericidio, lo sacamos con exageración porque necesitamos sentirnos liberados. Puede que en nuestro discurso hablemos de cosas que mantuvimos ocultas en pos de evitar el conflicto, mantener la paz o por miedo de lastimar a alguien.
Como la Luna Llena es la culminación de un proceso que venimos trabajando durante 6 meses, nos hemos saturado de información, de opiniones y algunos pueden decir que ya no quieren oír nada y buscar más tranquilidad. Debemos tener cuidado de volvernos herméticos, es lo peor que nos puede pasar por que dejamos de crecer. Lo ideal es tomar distancia, pero teniendo conciencia de lo que está pasando.
Esta saturación nos hacer decir lo primero que pensamos, por lo que tenemos que tener cuidado en lo que decimos y cómo lo expresamos. Lo hacemos así por la congestión mental y emocional que arrastramos, pero esto va a tener sus consecuencias. Como dice el refrán “por la boca muere el pez”; aquellos que no manejen bien su comunicación, otro va a tomar la palabra por ellos.
Que alcemos la voz no nos da la razón. Tengamos en cuenta que la verdad no necesita más defensa que los fundamentos de la razón. Comunicándonos a los gritos no conseguimos nada, solo más gritos, y que nadie entienda nada. Nos quedamos pensando “pero que ha querido decir”, por eso surge a su vez la cuestión de “¿los demás me entienden?, ¿me comprenden lo que quiero decir?”. Vamos a sentir que lo que tenemos que decir es importante y con algunas personas pueden ser las últimas palabras, porque podemos percibir que este vínculo finaliza, que el intercambio con esa persona no nos aporta nada.
La ilusión de Mercurio en Sagitario de poder hablar con libertad, expresarnos con la verdad, comunicarnos honestamente, con Neptuno eso se vuelve una ilusión. Surgiendo información que no vamos a poder verificar, fake news, noticias sensacionalistas, argumentación en los que va a estar metida la inteligencia artificial que no vamos a poder contrastar, mentiras, irrealidad, rumores y charlatanería. Esto va a hacer que la confusión reine, que en una misma situación unos la entendamos de una manera y otros de otra, van a surgir puntos de vista muy diferentes. Recordemos que géminis es dual, nadie va a intentar entender al otro.
También, vamos a plantearnos cómo hemos vivido en estos meses la libertad de expresión. En realidad, existe o somos libres para hablar sobre temas que están permitidos mientras no nos salgamos de ciertos marcos de correspondencia. Somos conscientes de la censura que existe en todos los medios de comunicación y redes sociales, si no lo comprendíamos ahora lo vamos a entender de una forma cruda.
Nos podemos encontrar con personas de nuestro entorno que no van a reconocer el discurso que han tenido en el último tiempo, “yo no dije”, “vos no me entendiste bien”, o van a romper sus promesas. No van a querer asumir el compromiso que han expresado anteriormente, o van a buscar distorsionar o retorcer sus palabras y van a querer hacer sentirnos que estamos locos, que es una ilusión nuestra lo que nos dijeron o prometieron, no van a estar a la altura de sus palabras y promesas. Puede que tengamos momentos de confusión, pérdida de concentración, una niebla mental, y esto nos genere tensión y estrés porque necesitamos producir.
Pueden producirse mayores fraudes por internet, sobre todo que nos envíen un e-mail o mensaje haciéndose pasar por otra persona o una empresa o institución, el típico cuento del tío. Cuidado también con poner datos personales o compartirlos en la red, y prestar atención a quiénes los compartimos.
Tenemos que tener cuidado de no caer en soluciones rápidas, en largarnos a hablar de cosas que no sabemos, o decir las cosas sin pensar, juzgar sin tener la información completa de todo el panorama, o juzgar a una persona sin ninguna razón. Tenemos que cuidarnos de no reaccionar agresivamente o ser pasivos agresivos. Lo mejor es sanar alejándonos de lo negativo, de lo que nos hace daño. No nos cerremos en nuestras ideas y pensamientos, no nos aislemos, escuchemos a los otros, abrámonos a nuevas ideas, relativicemos las cosas, intentemos entender a los otros, pongámonos en sus zapatos, no caigamos en la indecisión y la superficialidad.
No es buen momento para hacer o pagar un viaje, puede ser que haya demoras, o sobreventas de tickets. Tampoco es buen momento para un nuevo emprendimiento, un lanzamiento; se dan cambios de última hora. El ambiente va a ser tirante, podemos sufrir insomnio, estrés, inestabilidad, angustia, sentir que el que nos habla nos provoca, tomar las cosas como muy personales.
La gran lección es: escuchemos más y hablemos menos, dialoguemos; si tenemos algo que decir, con templanza, enfoquémonos a quién y cómo lo vamos a decir, para que esto sea beneficioso y nos liberemos realmente. Si nos reprimimos nos vamos envenenando y los únicos perjudicados somos nosotros, ya que ese veneno lo podemos cristalizar en nuestro cuerpo.
8 tips para manejar la energía de esta luna:
- Cantando producimos más endorfinas y trabajamos el chakra de la garganta, que nos ayuda a aclarar nuestra palabra y relajarla.
- Hacer actividades que nos ayuden a relajarnos, como yoga, pilates o las prácticas orientales como Tai Chi o Chi Kung.
- Practicar respiraciones profundas y meditaciones relajantes.
- La aromaterapia es muy buena en este momento; serían aconsejables la lavanda, la melisa y el romero que aclara la mente.
- Darnos unos masajes relajantes nos van a aflojar y ayudar a calmar la mente. La acupresión es muy buena para el sosiego de los músculos y mejorar la circulación.
- Terapia artística, en la cual podemos expresar sanamente las emociones.
- Darse baños de inmersión, tibios, con música relajante.
- La lectura de un buen libro, que nos libera la mente por medio de la imaginación.
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