Mercurio es un planeta fascinante por muchas razones: es el más cercano al Sol, el más pequeño de nuestro sistema solar, y se mueve increíblemente rápido, completando su órbita en solo 88 días. Además, cada cuatro meses retrograda, un fenómeno astrológico que dura entre 20 y 24 días. Curiosamente, Mercurio nunca se aleja más de 28 grados del Sol, lo que significa que muchas veces no es visible para nosotros, ya que se encuentra detrás o delante del Sol. Sin embargo, en ciertos momentos, podemos observarlo cuando se mueve hacia los lados del Sol, ofreciéndonos un breve espectáculo visual al amanecer o al atardecer.

¿Qué representa Mercurio para nosotros? Astrológicamente, Mercurio simboliza nuestro proceso de pensamiento y expresión. Influye en cómo funciona nuestra mente y cómo nos comunicamos con el entorno. Abarca nuestras facultades intelectuales, nuestra capacidad para hablar, escribir y estudiar, y nuestra habilidad para aprender y ser comprendidos, tanto por otros como por nosotros mismos. Es el relato interno, la historia que nos contamos, y cómo nos relacionamos con otros y con el mundo.

Las dos facetas de Mercurio

Dependiendo de su posición en el cielo, Mercurio puede manifestarse como Prometeico o Epimeteico. Estas dos facetas representan energías y comportamientos diferentes.

Si ya tenés el diagrama de tu Carta Natal te podés fijar el signo en que se encuentra tu Sol. Si tu Mercurio está en el signo anterior o en el mismo signo, pero en grados anteriores, tu Mercurio es Prometeo. Si tu Mercurio está en el signo posterior al Sol o en grados posteriores a tu Sol, pero en el mismo signo, es un Mercurio Epimeteo. Por ejemplo, si tu Mercurio está en Aries y tu Sol en Tauro, es un Mercurio Prometeico; en cambio, si tenés tu Sol en Tauro y tu Mercurio en Géminis, es un Mercurio Epimeteico. En cuanto a los grados, estando tu Sol en el grado 15 de Tauro y tu Mercurio en el grado 3º de Tauro, es Prometeico; pero si tu Mercurio está en el grado 24º de Tauro, es Epimeteico.

Cuando Mercurio se encuentra como estrella matutina, es un Mercurio Prometeico. En este caso, sale antes que el Sol y su energía se asemeja a la de Géminis. Aquí, nos permite dirigirnos de cabeza hacia el logro que deseamos, sin demasiada reflexión, actuamos por instinto, por intuición, nos sentimos emocionados por la libertad mental, nos atrevemos a experimentar. Con este Mercurio la mente tiene el pleno control, domina el poder de observación y de acción que van en aumento. La acción está antes del pensamiento, no se tienen en cuenta las consecuencias. Es la curiosidad del principiante, donde preguntamos y observamos todo, porque se está aprendiendo. Es un impulso para adelante, la voluntad y la fuerza ciegan nuestra razón.

Mientras que, cuando Mercurio aparece como estrella vespertina es un Mercurio Epimeteico. En este caso, sale después del Sol y su energía está más en línea con Virgo. Este Mercurio simboliza la idea posterior, la creatividad va a ser verificada con un sentido práctico, se toma el tiempo para elaborar el pensamiento, la mente es más práctica, más lógica, organizada y objetiva. Se apoya más en la experiencia que en la intuición, ejerce la escucha activa, por eso es una energía análoga al signo de Virgo, es más metódico, analítico y mide de una manera meticulosa las consecuencias. Se trata de un Mercurio que no busca experimentar, ni diversificarse, respeta más los procesos, está más centrado en una acción disciplinada como por ejemplo hacer un plan, proyectar en forma metódica.

La energía de Mercurio ya sea Prometeica o Epimeteica, influye significativamente en cómo percibimos y nos relacionamos con el mundo. Conocer cuál de estas facetas de Mercurio tenemos en nuestra carta natal puede ofrecernos una visión valiosa sobre nuestro estilo de pensamiento y comunicación. ¿Vos ya descubriste qué Mercurio tenés?

Un abrazo infinito

Astrid

PUBLICADO EN MDZ ONELINE 19/8/2024