El año astrológico tiene 4 portales, comienza cuando el Sol llega al 0° de Aries, que generalmente se da entre el 20 o 21 de marzo de cada año; el segundo portal se da cuando el Sol pasa al 0° de Cáncer, entre el 20 o 21 de julio; el tercero cuando el Sol toca el 0° de Libra, entre el 20 o 21 de septiembre; y finalmente cuando el Sol ingresa en el 0° de Capricornio, entre el 20 o 21 de diciembre, se trata del fin de año astrológico. Cada uno de los portales coinciden con el comienzo de cada una de las estaciones del año, tanto en el hemisferio norte como en el sur.

Este 21 de diciembre a las 06:21 hs. (hora argentina) el Sol llega al 0° de Capricornio, donde inicia la estación del verano en el hemisferio sur, siendo el día del solsticio un día en el que se manifiestan potentes energías y actúan en segundo plano por los próximos 3 meses. Estas energías se desenvuelven como cuando en nuestro ordenador se produce una actualización en segundo plano, pueden no mostrase sumamente activas o manifestarse en forma patente, pero tiñen o colorean las energías que se irán manifestando en estos últimos tres meses del año astrológico. Nos marcan la sintonía general del ambiente.

Solsticio proviene del latín, “solstitium” que significa Sol quieto, debido a que en su trayectoria diaria parece quedarse quieto alcanzando un límite sur antes de invertir su dirección. Se queda allí entre 3 a 4 días, por ello se le ha llamado la “muerte del Sol”. Se coloca en la parte más baja del cielo, poniendo una pausa en su viaje, luego se mueve hacia el norte anunciando días más largos y calientes. Así se ha dicho que el Sol muere en la Cruz del Sur para luego de 3 días resucitar y nacer otra vez.

Es un momento muy importante porque experimentaremos un punto de inflexión en el ciclo de la luz solar, se produce la lucha entre la luz y la oscuridad. Y así es que tenemos días más largos y noches más cortas. Es el festival del Sol, de la luz dadora de vida. Este momento nos recuerda que cerramos un ciclo completo anual y de estaciones, para dar paso a una nueva vida o a nuevas intenciones. Nos invita a que por medio de una introspección profunda soltemos aquello que llevamos arrastrando durante todo el ciclo y que ya tenemos claro que no tiene sentido alguno seguir sosteniendo. Somos un proceso en continua evolución y cambio.

La estación Capricornio está regida por el Dios Cronos, Saturno, que nos pone sobre la mesa los temas del tiempo, la responsabilidad, las estructuras, la disciplina, las metas y objetivos, la construcción de bases sólidas para el futuro. Durante este período, se puede considerar un momento propicio para establecer metas a largo plazo, planificar proyectos ambiciosos y concentrarse en el desarrollo personal. A trabajar arduamente, enfrentar desafíos con determinación y a asumir responsabilidades con madurez. Apreciemos la importancia de la estructura en nuestras vidas, consolidemos nuestros cimientos y cultivemos la paciencia necesaria para el crecimiento. Estas energías capricornianas están en este momento intensificadas, instándonos a reflexionar sobre nuestras aspiraciones y a comprometernos con un camino de autodescubrimiento y desarrollo personal.

Cuál es la calidad que tiene esa energía saturnina este año

Saturno en Piscis se encuentra en oposición a la Luna, esto puede provocar un efecto perturbador en nuestras relaciones. Podemos sentirnos muy solos y aislados, como si no hubiera nadie con quien comunicarnos. Nuestra vibración puede ser que no queremos ser molestados, podemos tener algún bajón en el ánimo, ponernos de mal humor. Como la Luna se mueve muy rápido, es un momento temporario que pasaremos muy rápidamente, no debemos tomarnoslo muy en serio ni tomar decisiones basándonos en lo que sentimos ahora.

En segundo lugar, Saturno hace cuadratura con Mercurio en Sagitario. Este aspecto tiene un lado positivo que se trata de que es muy buen momento para el trabajo mental intenso y para tareas que requieren un pensamiento disciplinado. El lado negativo es que no es un buen momento para las negociaciones o transacciones comerciales importantes ya que es probable que la comunicación entre las partes se demore o se malinterpreten.

En tercer lugar, Saturno, hace cuadratura a Júpiter en Géminis. Si bien todavía no se perfecciona, se encuentra en orbe. En esta posición se pueden ver disminuidas nuestras oportunidades y nuestra libertad de acción, las restricciones parecen salir de la nada, es posible que descubramos que algunos aspectos de nuestra vida no van a resistir un auténtico desafío y comienzan a desmoronarse.

Y los dos aspectos más importantes en el cielo de este Solsticio es la oposición Plutón en Acuario- Marte retrógrado en Leo, que se dará el 3 de enero. Esto genera una energía tremendamente tensa, es muy poderosa y algo difícil de manejar. Debido a su intensidad, aprovecharlas creativamente puede ser un problema, pero no imposible. La dificultad viene daba en que las energías del ego y la voluntad de dominar se desbocan en nuestra vida. Podemos sentir serios impulsos de ganar, de ejercer el control de otros, que se desaten juegos de poder, que seamos manipulados o nosotros manipulemos a los demás. La presión va a ser tan fuerte que puede llevar a la violencia y a las lesiones, así que evitemos tomar cualquier riesgo que pueda desembocar en un accidente. Este aspecto merece un capítulo aparte.

Y el segundo aspecto importante es la cuadratura de Neptuno en Piscis al Sol en Capricornio, que es la frutilla de la torta ya que es un período de confusión e incertidumbre en el que la dirección de nuestra vida no está clara. Si antes creíamos saber lo que hacíamos y por qué, ahora podemos encontrarnos con circunstancias que nos obliguen a cuestionar lo que suponíamos. Podemos sentir que nuestra voluntad se paraliza temporalmente y no contamos con nuestra energía habitual. Es posible que experimentemos decepciones en nuestro trabajo o en nuestra vida familiar que nos desanimen. Por sobre todo, en este aspecto debemos ser fieles a nosotros mismos.

Cuál es nuestra salida de emergencia ante este panorama

Es un trígono que se da entre Venus en Acuario y Júpiter en Géminis, el cual nos trae bienestar y una agradable interacción social a nuestra vida. Puede ser un agradable respiro de nuestra rutina diaria, tendremos buen humor, es excelente para ocasiones sociales, diversiones o entretenimientos. Hay una positiva influencia financiera y puede que surja un interés romántico, y también es muy bueno para iniciar las vacaciones.

En toda esta intensidad y confusión, la calma es la mejor aliada. Siendo Capricornio un signo de tierra, nos va a relajar muchísimo conectar con la madre tierra, dar un paseo en el bosque, caminar descalzos en el pasto, hacer un picnic. Es un momento para respirar profundo antes de reaccionar, conectar con lo esencial y disfrutar de las pequeñas cosas, el aquí y ahora.. Si reaccionamos ante las circunstancias o personas estamos cediendo nuestro valor y poder personal, mantengámonos en serenidad y autoprotejámonos. Con el sentido común, que por estos tiempos va a andar faltando, no tomemos las cosas como personales.